Constituye uno de los métodos de bio-degradación ex - situ más eficaces
para la descontaminación de suelos afectados por hidrocarburos. El fundamento
del bio-tratamiento es relativamente sencillo. Consiste en potenciar la
bio-degradación de los hidrocarburos, que de forma natural se produce en el
suelo, como consecuencia de la existencia de microorganismos autóctonos
(bacterias, hongos, levaduras, etc.) degradadores. Por lo tanto, para que el
sistema tenga éxito hay que asegurar que los suelos de forma natural presenten
un adecuado volumen de población bacteriana y que las condiciones ambientales
dentro de la biopila sean las adecuadas (humedad, temperatura, pH, contenido en
nutrientes, toxicidad, etc.).
constituyen una tecnología de biorremediación ex situ en la cual el
suelo contaminado con hidrocarburos es extraído y dispuesto en un área de
tratamiento o piscina previamente excavada para su descontaminación con
microorganismos.
Las biopilas se utilizan cuando la sustancia contaminante es demasiado
volátil como para ser tratada con la técnica de landfarming, ya que las
emisiones gaseosas serían demasiado altas, o cuando se quiere acelerar el
proceso de biorremediación.
La zona de tratamiento incluye sistemas de recolección de lixiviados y
un sistema de aireación que cuenta con una serie de tuberías de PVC que son
colocadas durante la construcción. Estas cañerías están interconectadas a un
soplador de presión negativa o de vacío, que fuerza al oxígeno atmosférico a
pasar a través de la pila de suelo. También se controlan otros parámetros como
la humedad, la temperatura, los nutrientes o el pH. Existen en el mercado
aditivos químicos específicos cuyas propiedades nutritivas pueden estimular la
biodegradación. De esta manera se tiene un alto control sobre las condiciones
de remediación y el medio.
La base de la piscina de tratamiento estará cubierta con una superficie
impermeable para reducir al mínimo el riesgo de lixiviación de los
contaminantes al suelo limpio que queda debajo. Los lixiviados recogidos por el
sistema de drenaje pueden ser tratados en un biorreactor en la misma zona.
Los montones de suelo no suelen exceder los 2 o 3 metros como máximo y
pueden estar cubiertos en la parte superior por plásticos impermeables para
controlar la volatilización de los COV, que deberían ser tratados antes de su
emisión a la atmósfera.
El tratamiento de suelos mediante biopilas se aplica fundamentalmente
para la eliminación de COV no halogenados e hidrocarburos. Los COV halogenados,
los compuestos semivolátiles y los pesticidas también pueden ser tratados
mediante esta tecnología, pero la eficacia del proceso puede disminuir, y puede
ser sólo aplicable a ciertos compuestos dentro de estos grupos.

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